RESEÑA: FAIRY OAK EL SECRETO DE LAS GEMELAS

Desde hace más de mil años, a la medianoche en punto , ocurre un hecho mágico en las casas de Fairy Oak: minúsculas hadas luminosas cuentan historias de niños a brujas de ojos buenos.emocionadas y atentos. Insólito, ¿verdad? Todo el mundo sabe que brujas y hadas se llevan mal y que a las brujas no les gustan nada los niños. Pero estamos en el valle de Verdellano en el pueblo de Fairy Oak y aquí las cosas son desde siempre un poco distintas..

¡Hola little books!

Soy Eva Books, y aunque hace muchísimo tiempo que no escribo nada, hoy me he animado a escribir la reseña de uno de mis libros favoritos. 

Se trata de la saga Fairy Oak, escrita por Elisabetta Gnone (autora también de los cómics W.I.T.C.H.). Hace unos dos años o así leí la serie completa de Fairy Oak, pero hace unos días me animé a leerla de nuevo. Annie Books también la leyó hace muuuuuuuuchos años, y por eso tenemos los libros en físico, porque le encantó demasiado. 

Fairy Oak es un pueblo mágico y antiguo, escondido en los pliegues de un tiempo inmortal. Para encontrarlo, habría que viajar entre las mesetas escocesas y los acantilados de Normandía, por los valles floridos de Bretaña, entre los verdes prados irlandeses y las bahías del océano.
El pueblo está habitado por criaturas mágicas y seres humanos, pero es difícil distinguir a unas de otros. De hecho, hadas, magos, brujas y ciudadanos normales viven en sus casas de piedra desde hace tanto tiempo, que nadie presta ya atención a las rarezas de los otros. Y después de tanto tiempo, ¡todos se parecen un poco! Todos, salvo las hadas, que son muy, muy pequeñas y luminosas... ¡y vuelan! Los magos y las brujas del valle las mandan llamar para que cuiden a los pequeños del pueblo.
Esta historia está contada, precisamente, por una de ellas: Felí, el hada de las gemelas Vainilla y Pervinca.

En primer lugar, esta historia comienza con la llegada del hada Felí al pueblo de Fairy Oak. Esta pequeña hada es la narradora de toda la saga, ya que todo lo que cuenta, sucedió años atrás. Es decir, ella ya terminó su trabajo en el pueblo y regresó al reino de los Rocíos de Plata, uno de los lugares donde habitan las hadas. Por eso, todo el libro está narrado en verbos pasados, porque lo que relata Felí es lo que recuerda de su estancia allí. 

Felí llega a Fairy Oak con un nuevo trabajo: será el hada niñera de las gemelas Vainilla y Pervinca, sobrinas de la gran bruja Lala Tomelilla. Así pues, somos testigos del nacimiento de las pequeñas gemelas, de sus primeros pasos y de toda su infancia hasta los 10 años. A partir de los 10, vemos todas las aventuras de Babú y Vi, llamadas así por ellas mismas. Las dos son unas niñas normales, asisten a la escuela y juegan con sus amigos, Grisam y Flox. Hasta que una noche, el Enemigo ataca.

Lo que más me gusta de este libro es que nada más comenzar a leerlo, te sumerges en un mundo totalmente diferente, un lugar muy hogareño donde a todos nos gustaría vivir y donde poder utilizar la magia como ellos lo hacen. Respecto a los personajes, mis favoritas son las gemelas, ya que aún teniendo solo 10 años, demuestran ser muy inteligentes. Además, como protagonistas, podemos ver que van creciendo con nosotros al mismo tiempo que vamos descubriendo cosas suyas como ellas mismas.  

Por un lado, Pervinca es la hermana más traviesa, llamativa, decidida y rebelde. Le gustan los animales nocturnos y no le da miedo nada. En cambio, Vainilla, nacida 12 horas después que su hermana, es muy soñadora, risueña, dulce y amable. A ella le aterra la oscuridad y le encanta usar colores vivos. Vamos, nada que ver una con la otra. Se podría decir que una es Luz y otra es Oscuridad...

En cuanto a los amigos de las gemelas, están Grisam, un joven mago amigo de la familia, Flox, la excéntrica amiga de las niñas y Shirley, una niña que vive en una cabaña junto al acantilado. También conoceremos a los padres de las gemelas, Cícero y Dalia, que viven con la hermana de Dalia, Lala Tomelilla. Esta última es una de las mejores brujas de los tiempos, por lo que todo el mundo la admira. Por último, no podemos pasar desapercibido al gran Roble Encantado que preside la plaza del pueblo. Entorno a él, fue creándose el pequeño pueblo que ahora recibe su nombre. 

Finalmente, aunque esta saga está escrita para público infantil, creo que los jóvenes adultos también podrían leerlo porque al hacerlo aprenderán que lo más importante en la vida de un niño, es disfrutar de la infancia y de lo que tenemos, por lo que volverán a recordar, y sobre todo a añorar, los mejores años de nuestras vidas. 

Espero que os haya gustado esta breve reseña (no sin ayuda de mi hermana Annie) y que por, supuesto, os haya animado a coger estos libros y disfrutéis de la lectura. ¡Nos vemos en la próxima reseña, de la segunda parte de Fairy Oak, El encanto de la oscuridad! 

¡Besitos!