RESEÑA: SUSURROS

Alyssa Gardner oye susurrar a los insectos y a las flores (enfermedad que llevó a su madre al manicomio). Esta maldición familiar se remonta hasta su antepasada Alice Liddell, la mujer que inspiró a Lewis Carroll para escribir "Alicia en el País de las Maravillas".

 ¡Hola little books!

Hoy os traigo la reseña del libro que me recomendó Yurika Sekai en la inciativa Colabora con un blog. Ya sé que la traigo un poco tarde pero entre unas cosas u otras no me daba tiempo... 

Quise leer este libro desde hace mucho pero siempre iba aplazándolo y dejándolo de lado hasta que Yurika me lo recomendó. Lo cogí con muchas ganas, y aunque nunca me ha llamado la atención la obra de Lewis Carroll, decidí darle una oportunidad.

Lo primero que puedo decir es que me esperaba más de él. Mis expectativas estaban bastante altas y me ha decepcionado un poco la forma de desarrollar la historia. Como ya he mencionado, Alicia en el País de las Maravillas nunca me ha gustado. De hecho, cuando era pequeña me daba miedo la versión cinematográfica de Disney, con tantos líos, el gato de color violeta y la oruga fumando pipa. A cualquier niño le daría miedo, pienso yo. En cambio, al comenzar el libro se nos muestra una realidad totalmente diferente. 

La protagonista, llamada Alyssa Gardner vive con su padre y tiene como hobbie ir en monopatín. Además, le encantan los insectarios, se dedica a cazar bichos para luego colgarlos en láminas creando bellos cuadros. A mi eso me resultó un poco tétrico pero pronto sabemos por qué. La madre de Alyssa, está un manicomio, por decirlo alto y claro, desde hace unos 11 años. Está internada allí porque se volvió loca, ya que siempre hablaba de la madriguera del conejo, del País de las Maravillas... 

Eso es a causa de que su antepasada, es la verdadera Alicia del cuento. Por ello, todas las mujeres que van naciendo, sufren de esa maldición. La última es Alyssa. Ella escucha voces en su cabeza, voces que le susurran cosas sin sentido y que le amargan la vida. Alyssa tiene pánico a acabar como su madre, por lo que decide seguir las voces que la conducen hacia la madriguera del conejo...

Todo ello, por supuesto, con la ayuda de Jeb, el chico del cual Alyssa está profundamente enamorado, pero que, curiosamente, está liado con la mayor enemiga de la protagonista. ¿Qué manera de marear es esta? Con eso ya le odié totalmente, aparte de que me pareció un poco patética la actitud del chico... Así que, consiguen llegar hasta el País de las Maravillas, donde se encuentran con el Conejo Blanco que parece medio zombie, con flores hambrientas, con un océano de lágrimas, etc. Hasta dar con Morfeo, el que enseñó todo a Alyssa años atrás, antes de que Alison, la madre de la protagonista, se volviese loca. Alyssa no sabe que hacer, cosa que me estresaba más pues lo único que tiene claro es que quiere romper con la maldición. 

Así que, ni me gustó el triángulo amoroso Alyssa-Jeb-Morfeo, ni me atrajo el pintoresco mundo subterráneo, y por supuesto,  no me agrada para nada el final. Creo que eso de ir con las expectativas tan altas hace que al caer te des de cabeza contra el suelo. Tantas buenas reseñas que leí no sirvieron para nada porque me dejaron con tal sabor de boca... Me decepciona mucho que me haya decepcionado el libro...

En cambio, lo que sí me ha gustado es, sin duda, la maravillosa portada. Me imaginé tal cual a la protagonista pues la modelo de la cubierta es guapísima, tal y como se describía a Alyssa. Otro punto a favor es la manera en qué la autora hace las descripciones. En mi opinión, las escenas relatadas se hacen amenas y nada pesadas ya que consigue adentrarte en lo que quiere narrar. Sin embargo, no he llegado a sentir mucho por este libro... Si lo habéis leído, ¿qué os parecido? ¿Os gustó? 

Antes de despedirme, me gustaría enseñaros la nueva sección que ha abierto mi ahijada en su blog. Se titula Cuéntame un poco de ti... y me parece muy muy interesante ya que anima a sus seguidores a participar enviándole fotos con mensajes y frases que nos gusten mucho. Yo ya le he enviado las mías, así que... ¿a qué esperáis? 

También os recuerdo el blog de mi otra ahijada, Sara, Las golondrinas azules, ¡que bonito es!

¡Besitos!